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11 de diciembre de 2005

TIPS PARA CUENTEROS PRINCIPIANTES

Se dice que cuando uno empieza a escribir cuentos, de algún modo es fácil hacerlo si se ha descubierto una temática, que es la que nos guía y nos conduce a, tal vez, algunos buenos cuentos. Pero una vez que agotas esa temática, hay que dar el salto a temáticas más amplias, un poco más lejanas a nuestra experiencia vivencial. Ante lo cual, el cuentista enciernes, puede sentirse desconcertado y extraño ante una nueva creación. Es aquí donde muchos que prometían como buenos cuentistas tiran la toalla y abandonan no sólo al cuento, sino a todo el arte literario. Si, por el contrario, nuestro interés sigue vivo por el cuento, los entendidos dicen que es hora de adentrarnos en el conocimiento del arte o artificio que conlleva el cuento. Quiere decir que el cuentista necesita pasar de un modo de hacer el cuento por intuición, a una forma de hacerlo más técnico. Esto no significa que se vaya a abandonar la forma intuitiva, nuestra sensibilidad personal ante el cuento, sino que por el contrario, hacernos dueños de un arsenal técnico que nos permita ahondar en nuestra sensibilidad explorando cada vez la experiencia humana en diversos ámbitos. Un primer ejercicio que sugieren algunos de los teóricos- son confiables para mí las opiniones de los escritores que a su vez han elaborado sus juicios sobre el cuento- es analizar los comienzos de los cuentos de grandes cultivadores del género (Poe, Chéjov, Kipling, Heminway, Quiroga, Cortázar, etc). De este análisis se pueden deducir importantes conclusiones. Los invito para que lean por lo menos el inicio de unos quince cuentos de autores reconocidos como cultivadores del género. Una vez que lo hagan, seguiremos estos sesudos comentarios...

A la deriva(Inicio de cuento]
Horacio Quiroga
El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque.
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.


Lo primero que advertimos es que se presenta al personaje principal en plena acción y aunque algunas ocasiones sólo esté pensando, se recomienda que el personaje se presente en acción. Además esta acción contiene la problemática o el conflicto, que habrá de desarrollarse posteriormente. En este fragmento, además ya está figurado el desenlace, pues aunque mata a la víbora, el efecto de su mordida se prefigura como mortal para el hombre. Esta es otra de las características de un buen cuento: plantea desde su inicio el final, algunos dicen que no está lejos el final del principio. Es lo que decía arriba, que caballo y jinete ven desde el inicio de la carrera, hacia dónde se dirigen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se diga lo que se diga. Tus historias son buenas y muy bien contadas, muy bien contadas. Me consta.