EL CUENTISTA
Había una vez un hombre que todas las noches se acostaba con miedo a morir.
Por eso se mantenía despierto hasta muy tarde.
A veces escribía cuentos que nadie leía.
Inventaba las más fabulosas historias.
Un día escribió el cuento del armadillo gigante.
Pero en seguida lo borró como se borran los malos recuerdos.
Su tristeza quedó flotando en la noche oscura cuando apagó su lámpara.
Cuando no escribía nada se iba a la cama con lágrimas en los ojos.
ESTEBAN DOMINGUEZ
Había una vez un hombre que todas las noches se acostaba con miedo a morir.
Por eso se mantenía despierto hasta muy tarde.
A veces escribía cuentos que nadie leía.
Inventaba las más fabulosas historias.
Un día escribió el cuento del armadillo gigante.
Pero en seguida lo borró como se borran los malos recuerdos.
Su tristeza quedó flotando en la noche oscura cuando apagó su lámpara.
Cuando no escribía nada se iba a la cama con lágrimas en los ojos.
ESTEBAN DOMINGUEZ
5 comentarios:
El miedo a no escribir...¿ es lo que lo mantenía en vela?
A pesar de no ser un escritor (aún), me ocurre que no puedo descansar bien si no he posteado algo en mi blog, o alguna docena de comments en blogs amigos.
Se lo que se siente.
Saludos, Bro!
Hola, mi compa,asi es, yo creo que es una especie de angustia, le ha de ocurrir a todo creador. Gracias por dejar tu comentario.
Me ha gustado mucho su pequeño cuento. Creo que refleja muy bien un sentimiento común en muchos de los que pergueñamos cosas.
Enhorabuena.
Muy buena esta minifix. Cuando no se escribe nada aparecen pesadillas, culpa, algo así. Je. Saludos. nacho m.
Oíga mi estimado
¿Y con permiso de quién, cuenta usted mi historia?
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