BIENVENIDOS A LA ISLA DEL CUENTO

El lugar donde la realidad y la fantasía no conocen fronteras. Anímate a escribir un comentario y si tienes un cuento compártelo.

2 de enero de 2007

A DIARIO

2 de Enero 2007

Pasé una noche terrible. No podía dormir quizá por la fiebre. Así que me fui a la sala con un par de cobijas y el libro en turno: Antología del cuento triste. Es un libro bastante extenso e intenso, donde augusto monterroso y Bárbara Jacob, reunieron cuentos de autores reconocidos. El tema es la tristeza en todos ellos. Pero en realidad ofrecen un gran panorama de la literatura universal. Los cuentos que lei fueron La cigarra, de Chéjov, Yzur, de Lopoldo Lugones, El caballero de San Francisco, de Iván Bunin, Tobías Mindernickel, de Thomas Mann, La Marcha de Sherwood Anderson y Una nubecilla de James Joyce. Ralmente todos recomendables, aunque El caballero de San Francisco, se extiende demasiado en descripciones de ambientes y personajes, también está pasable.El cuento de Joyce trata acerca de, entre otras cosas, del escritor que ansía escribir su obra maestra que lo saque del anonimato y lo lleve a conocer el mundo. A las cinco me vine quedando dormido. Lógicamente, a las once apenas quería abrir los ojos. A las doce íbamos a ir con mi esposa al terreno, una pequeña propiedad que tenemos, donde alguna vez me di a la tarea de cultivar nopales, RIQUISIMOS, y ahora tento una construcción en proceso. La idea era ir a tomar el sol, para alivianarme, desgraciadamente no pudimos ir porque el auto amaeneció enfermo, para variar, fui por el mecánico pero me imagino que también amaneció enfermito( sí, chuy, el crudón que ha de traer) total que ya no fuimos y mejor me puse a pintar una piedra y escuchar una música instrumental. Ella se afanó en la cocina y enseguida tuvo lista una sopa de fideos y unos tacos dorados. Pues este dia terminan las vacaciones. Estoy inquieto por saber si va a haber cambios en la secretaria porque ya se fue Soria. Esperemos a ver qué pasa. Leí el comentario de Lorena, es cierto, amiga, a uno le da por hacer algo con las manos, porque llega el momento que se siente uno muy inútil. Gracias por comentar.

No hay comentarios.: