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29 de enero de 2007

A DIARIO

29 de enero 2007
¿Ya les hablé de los niños de la Casa Hogar Jinesequi? Mi compañera de trabajo, Chepys, y yo los visitamos la semana pasada. Se trataba de compartir unas sesiones de lectura con los niños y maestros. Fue una experiencia muy agradable, los niños estaban muy receptivos, participaron en la diversas estrategias que implementamos. Había unos chicos que se aproximaban a nosotros con muestras de aprecio. Durante una de las dinánicas noté que los niños se inquietaban con mis preguntas porque se referían a sus padres o abuelos, sin embargo, continúe normal hasta el fin, es decir, en ningún momento los traté como si fueran diferentes a los niños que visitamos en las primarias regulares. Eso finalmente creo que les gustó. los maestros también se mostraron entusiastas, una psicóloga hasta me compró uno de mis libros, ahí saqué para la gasolina. Por otro lado, hace tiempo quería dejar anotado un comentario respecto a una nota del imparcial que me llamó la atención hace unas semanas, la nota trataba sobre la chatarra computacional, ¿Qué se hace con el montonal de máquinas que van quedando obsoletas? Muchos equipos se deshechan pero qué se hace con ellos? Mi amigo que me arregla la compu, vino el domingo y le pregunté sobre el tema, me dice que no existe un lugar donde tirarlas y que en fecto, los componentes son contaminadores. dice ademàs que él tiene un montón de equipos que no halla dónde tirar. Es un grave problema porque la carrera de la innovación deja atrás a los anteriores equipos, dice que hay ocasiones en que equipos nuevos están empaquetados cuando ya salieron los más modernos. Yo no sé qué voy a hacer cuando me compre un equipo nuevo, porque dice mi amigo que ya no va a servir para maldita la cosa. Ahora les pregunto: ¿Con semejantes cuestiones, ustedes creen que he podido escribir un maldito cuento? La respuesta es ¡NO! A lomejor escribo un cuento sobre el destino de mimáquina, no sé algo va a salir. Por lo pronto sólo quería pasarles un poco de mis inquietudes. Haber qué hacen con ella. Es basura, nomás no me la avienten de regreso.

3 comentarios:

mar adentro dijo...

En el Museo del Niño, en San Diego, había una sala repleta de computadoras que nadie quería...los niños podían entrar y hacer con ellas lo que quisieran, básicamente se trataba de desarmarlas y armarlas de nuevo.

Después, había otra sala con esos "cadáveres" ya desarmados, como esqueletos, utilizados para llenarles de material, como escenarios de pequeñas instalaciones, hechas por los niños, con material reciclado.

Pensé que ése sería el destino final de todas las computadoras...

nacho dijo...

Con lo único que se sabe dónde va a parar cuando fenezca es con uno... Quedaremos en algún panteón municipal o en el nicho de alguna parroquia. Por qué no cremar los sistemas computacionales obsoletos?

jejeje, digo.

nacho dijo...

Con lo único que se sabe dónde va a parar cuando fenezca es con uno... Quedaremos en algún panteón municipal o en el nicho de alguna parroquia. Por qué no cremar los sistemas computacionales obsoletos?

jejeje, digo.