A DIARIO- 5 SEPTIEMBRE 2007

Hoy es un día muy importante. Desperté como a las 4:30 am y ya no me pude dormir, así que estuve trabajando en los documentos de la escuela, son un montón, pero terminé. Luego me fui a dejar a mi hijo a la prepa. La mañana estaba deliciosa, corría un viento suave. Todas las mañanas camino en los campos de la Universidad, pero esta vez no llevaba tenis, sinochanclas, azules, sin embargo, para no perder la rutina, caminé un poco y luego me senté en medio del campo a disfrutar la mañana. También estuve observando a una manada de perros que le hacían la ronda a una perra. Se veía que el grupo estaba bien integrado, como que anduvieron toda la noche en las lides del amor. Es interesante observar cómo funciona el grupo. De ahí tomé una idea para un cuento que empecé a escribir esta noche que empieza así: " Hoy salimos a buscar el amor de Charlina. Los que nos embarcamos en tan ardua empresa sabíamos de los riesgos y del tiempo a invertir para lograr nuestro objetivo. No lo premeditamos, incluso ni sabíamos cómo se iba a desarrollar esta empresa, muy parecida a una cacería..." Después de mis observaciones volví a casa a seguir con mis trabajos. A las doce y media ya estaba listo para irme a mi trabajo, pero por la radio anunciaron la suspensión de clases por los efectos del huracán, de todas formas fui a la escuela, por aquello de las firmas. Volví a casa luego de un rato de buena charla con mi amigo Héctor Larios. Empezó la lluvia. Al consultar mi correo me encuentro con una agradable noticia desde la Cd. de México. resulta que hay un grupo editorial que se interesa por reeditar mi libro Detrás de la barda, con un tiraje bárbaro y una distribución por toda hispanoamérica y buen porcentaje de regalías, ¡qué tal! Así que vamos por la tercera edición. Me parece grandioso que esto pueda ser realidad, según esto ya casi es un hecho y la editorial pretende estar con todos los libros de la colección en la FIL, en noviembre. Ojalá y salga pronto. Ahí les cuento luego como va el asunto. Por lo pronto estoy emocionado (Por supuesto más se emocionará mi esposa, cuando me manden el cheque de adelanto de regalías), Ahí nos vemos.