
Es rico ponerse la pijama, las pantunflas y sentarse frente a la computadora, a teclear cualquier cosa, por el puro placer de sentir las teclas en las llemas de los dedos. Mi amiga del alma me dijo, admirada, que si porqué escribo con sólo dos dedos. Le dije que si así, con dedos he escrito bastante, imagínense lo que escribiera con todos los dedos. Qué presumido, me dijo también. Hay muchas cosas que en el transcurrir de mi vida no me he preocupado de pulir, entre ellas la letra, es decir, tengo una letra pésima desde la primaria, otra es la escritura a máquina. Espero que así, despasito, muy despasito llegar un día a escribir todo lo que quiero. Por cierto, hablando de escribir lo que quiero, les comento que para el escritor no todo el tiempo es de producción, hay largos silencios donde uno corrige o lee textos de otros. Cuando era más joven, novato en esto de la escritura y me llegaban esos lapsos de "esterilidad", pensaba con angustia que ya había terminado, que no volvería a mí el impulso creativo, la pasión de agarrarse con la página hasta sacar algo nuevo. Ahora sé que son periodos diferentes de producción. Los textos tienen un tiempo de maduración como los vinos o los quesos. Cada uno tiene su momento. Hay mucho que hacer todavía. Les estoy escribiendo desde la intimidad de mi estudio y por eso estoy hablando también de la intimidad de la creación. ¿ya vieron mi pijama? Es decir, de la trastienda.Espero que podamos seguir este diálogo siempre fecundo en torno a la creación de textos. Saludos a mi amiga del alma.
1 comentario:
HOLA ESTEBAN,ESPERO HAYAS RECIBIDO MI MAIL DONDE TE ANEXE MI CUENTO,SALUDOS.
LUnNamariha.(Beda.)
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