Parece que ya pasó lo peor de esa tremenda gripe que me traje de Cd. Obregón, ahí la llevo. Todo el evento y la gran recepción y la buena convivencia que nos dieron en aquella ciudad bien vale la pena sufrir un poco sus consecuencias. Ni modo. Grandes experiencias es lo que nos van dejando estos eventos. Son oportunidades que nos meten otra vez en la jugada y nos dicen que no andamos mal en la escritura. Vuelve uno a retomar su obra y a echarle ganas. Muchas de las cosas que me pasan actualmente son inéditas o sea que no me habían pasado antes, no al menos con la intensidad de hoy. Son de las cosas que lo mantienen a uno con el corazón despierto, así como se dice, "con un vuelco en el corazón". Y entonces uno dice, piensa cosas maravillosas. Espero aliviarme del todo y seguir con mis múltiples actividades, muchas de las cuales he dejado de llevar a cabo en la semana que termina. Ha sido difícil esta semana, afortunadamente sobrevivo. Por otra parte, ya está en puerta la feria del libro de Guadalajara, me hubiera gustado estar allá, me llegó invitación de la Editorial Ríos de Tinta, que presentará su colección y entre sus novedades mi libro Detrás de la barda. Espero que me lleguen pronto los ejemplares y se los pueda mostrar. La foto que les presento no es para un calendario porno, es sólo mi foto del día, estaba modelando esa gorra que me trajo de Nogales la dueña de mis quincenas. Les deseo lo mejor.
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