BIENVENIDOS A LA ISLA DEL CUENTO

El lugar donde la realidad y la fantasía no conocen fronteras. Anímate a escribir un comentario y si tienes un cuento compártelo.

12 de junio de 2008

EL CUENTO SEMANAL 22


PAPÁ ESTÁ DE VIAJE
ESTEBAN DOMINGUEZ

Hoy me llegó otra carta de papá, con esta ya van 27 desde su partida.
Las estoy guardando y por cada una le escribo una respuesta aunque lo que quiero es su regreso.
En cada respuesta le pido que ya regrese y le cuento que mamá está muy triste y yo también.
Cuando me llega la carta lo primero que busco es saber si anuncia la fecha de su regreso, le he dicho a mamá que voy a adornar la sala con globos y habrá pastel para darle la bienvenida. Ella nada más se me queda viendo con tristeza.
En esta carta, como respuesta a la suya, le escribí que tengo un amiguito nuevo, se llama Tadeo, tiene seis años, dos menos que yo, y también su papá se fue de viaje un tiempo pero ya volvió y está feliz, su mamá también.
Los conocimos en el súper, sucede que las dos señoras andaban buscando una leche de soya que les habían recomendado para no subir de peso. Uy, se agarraron plática y plática como si se conocieran de años y luego ella y su hijo han venido a visitarnos a la casa.
La pasamos muy bien por es un niño lindo, no da lata y nos gusta jugar juntos. A veces juega a lo que yo propongo y otras veces corremos tras la pelota. Tadeo me divierte porque siempre trae novedades en los bolsillos y es chistoso para contar sus cosas. A veces siento como si nos uniera más que esa amistad.
Nuestras madres se la pasan tomando café y platican horas y horas, se ve que se la pasan muy bien.
Nosotras, mi mamá y yo, no hemos ido a su casa, pero nos invitaron a pasar la navidad con ellos y ya faltan unos cuantos meses.
Hoy Tadeo vino a la casa y sacó de su bolsillo una carta que le escribió su papá cuando tenía cuatro años, dice que la guardó en una cajita y quiere compartirla conmigo y como ya anda aprendiendo a leer, viene a presumir, yo lo escucho, pero me desespera que sea tan lento para leer, así que tomo su carta y leo:
¾Hijo, espero que cuando sepas leer aún conserves esta carta donde digo que te quiero, cuídate mucho y crece feliz, te quiere, tu papá.
—Ves -le digo-, así es como se leen las cartas.
Lo que me parece extraño es la letra con que está escrita la carta, es muy parecida a la de mi papá, la conozco tan bien por sus veintisiete cartas. Le digo que me la preste y luego se la devuelvo, pero por más que le insisto dice no y la guarda.
Esta tarde no ha sido tan feliz como otras, la mamá de Tadeo venía como triste y se le veían los ojos como si hubiera llorado, sé que algo no anda bien, así que me quedo cerca de la puerta y cuando puedo me meto por la sala para sacar algo de mi cuarto, mentira, es para oir algo, sólo alcancé a oir un poco de “...se va, dice que ya está harto”
Mamá la escucha atenta, le da palmadas cariñosas en la espalda y le dice “te comprendo, yo pasé por eso mismo...”
Tadeo traía otra carta de su papá.
— Toma, te la regalo -me dijo.
Esta era más larga que la anterior pero la letra seguía siendo la misma, así que la leímos juntos:
Mi niño, yo sé que no va a ser fácil comprenderlo, pero tengo que irme de viaje, ya tú estás grande, no te preocupes, porque te voy a mandar cartas y el dinero a tu mamá para que nada les falte, volveré y ya vas a ver cómo nos vamos a divertir, cuídate mucho, mi bodoque, y besos de tu papi.
Cuando se fueron, me fui a mi rincón secreto, saqué una de mis 27 cartas y con la de Tadeo fui a la cocina donde se había metido mi mamá a lavar la vajilla.
Mamá estaba contenta, hasta canturreaba una linda canción.
— ¿Qué crees, mijita?, habló tu papá, que ya regresa, ¿no te parece un milagro?, y bien que me decía, te voy a dar la sorpresa, pero ¿Qué te pasa, no te alegras?
Entonces salí muy despacito con mis dos cartas arrugadas entre las manos, sin decirle nada.

No hay comentarios.: