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1 de febrero de 2007

A DIARIO

31 de enero 2007
Hoy por la tarde me fui a mi terreno, es un solar pequeño, a cinco minutos de mi casa. Lo tenemos como desde 1999. Ha sido muy importante para mí el haberlo adquirido, porque durante algunos años le dediqué muchas horas de mi tiempo, he visto muchos amaneceres y esos atardeceres tan apreciados de Hermosillo. Además, me permitió desde siempre tener ese contacto tan importante con la naturaleza. Desde que estaba en la secundaria me hice aficionado al cultivo de hortalizas y en ese terreno, después de muchos años, reviví esa pasión por ver crecer y desarrollarse una planta hasta saborear sus frutos. Cebollas, chiles, calabazas, fueron algunos de los cultivos que tuve en mi terreno, hasta llegar a una pequeña pero productiva siembra de nopales. Estos últimos me permitían una entrada extra de dinero durante la primavera y el verano. También tuve rosas y hierbas de olor. Obviamente, cítricos que también me han permitido degustar deliciosas toronjas, naranjas, limón persa, mandarinas…Lo más exótico que cultivé fueron los llamados bules, seis logré cosechar, tengo dos en mi estudio. Y todo, puede decirse que dentro de la ciudad, ¿No es una maravilla esta ciudad? Debido a la sequía de hace dos años para acá, tuve que cancelar mi huerta. Sí, con tristeza, la tuve que dejar al garete. Donde estaba la nopalera, ahora hay dos cuartos a medio construir y los árboles se mantienen vivos de milagro. Ahora traigo dos trabajadores que refuerzan el cerco y limpian toda la maleza. Espero reanimar mis árboles y volver sobre mi terreno. Este año pienso techar los cuartos y obtener la escritura, ya en proceso. Entonces, volver de perdida a cultivar mis chiltepines.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

POs qué esperas para invitar al solar... no seas gacho...

nacho mondaca

nacho dijo...

POs qué esperas para invitar al solar... no seas gacho...

nacho mondaca