A DIARIO- 25 DE ABRIL 2007

A veces uno se queda como suspendido o enclochado, más bien. Ni para a delante ni para atrás. Puede decirse que mi vida está arreglada, que no hay grandes nubarrones sobre mi cabeza. Sin embargo, a veces me siento tan lleno de ideas, planes que me desbordan y me sacan de la realidad. A veces siento que no voy a ningún lado. Espero que esta sensación no se empoce en el alma y me deje mucho tiempo papaloteando. Uno de los grandes consejos que he recibido para vencer estos estados de ánimo es la acción, acción constante. Eso es lo que me salva. Pues espero poner en acción mi vida porque de otra manera ahí me la voy a llevar, nadando de a muertito. Estoy echando a andar la maquinaria de una empresa particular de consultoría literaria, así como existen consultorías de empresas. Ahí va, pero siempre, me lleno de inquietud. ¿Serán temores? Lo que sea, pero tengo que seguir adelante. Creo que mientras uno no se mueva, no va a saber que puede atravesar el río. Espero que muchos de los que entran a este blog me sigan en esta aventura a la que me quiero aventar. Por otra parte, recibimos una invitación de un grupo del INEGI, tienen un círculo de lectura y quieren conocer la obra de algunos escritores. El evento es mañana. Luego les cuento cómo nos fue.