Estimados, compañeros y amigos:Hace dos años tuve la fortuna de ingresar a esta maravillosa aventura del trabajo, como asesor, en la coordinación de lectura. Creo que durante la vida uno abre y cierra ciclos. Quizá los míos a muchos les parezcan demasiado breves. Siento que es parte de mi personalidad, de mi historia personal. Llego a un lugar, me empeño al máximo por darlo todo y llega el momento en que me siento desolado. Entonces mis alas- no sé todavía si de ángel, o qué- comienzan a agitarse e insisten en llevarme a otra parte. Vuelvo a mi aula de secundaria- un pasito atrás, no hay cuidado-, pero no voy solo, me llevo a cada uno de ustedes, con quienes he compartido gratos momentos de trabajo. Uno se enriquece de experiencias cuando es capaz de trascenderse y entablar verdaderos diálogos con el otro. He disfrutado enormemente cada uno de los momentos en los que nos hemos encontrado. Espero que para ustedes también haya sido significativo mi trabajo. En reuniones, cursos, asesorías, festivales, en la visita a escuelas, al compartir la lectura con los niños y jóvenes, créanme que me he empeñado al máximo. Los resultados no me corresponde juzgarlos. No les prometo que sus recuerdos serán imborrables, porque cada vez olvido más, pero algo de ustedes andará conmigo. Espero que sigamos, con entusiasmo, contagiando a quienes tenemos más a nuestro alcance con el “gusanito de la lectura”. Hasta siempre. Su amigo, Esteban Domínguez
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