Sin querer queriendo ayer fuimos a dar a San Carlos. Es bellísimo el paisaje de la bahía y en general del mar. Con algo de complicación subimos hasta el mirador. Con mi familia- mi esposa e hijo-, no teníamos planeado ir hasta allá, salimos muy temprano con la idea de ir al "Cerrito de la Virgen", porque mi esposa metió su prejubilación y quería llevar unas flores. Después de que subimos e hicimos una oración, les propuse que fuéramos a desayuñar a San Carlos. Es un lugar maravilloso, muy agringado, eso sí. Desayunamos ricamente a la salida de Guaymas. Todo este día la hemos pasado en casa, a excepción de la mañana cuando iniciamos una rutina de caminata. Estuve organizando mi archivo, escuché música, vi el partido de México- se vieron bastante bien los muchachos de Hugo-. Total, un día placentero. Mañana continuaré con la organización de mi estudio. Llevo varios días en esto. Una vez que quede medio organizado voy a trabajar en mis textos. Quiero ir cerrando algunos archivos, pero necesito dedicarme a ellos. El viernes así como mi esposa se despidió de su trabajo, yo también me despedí de los compañeros de la coordinación de lectura. Así que tengo un periodo interesante para dedicarlo a mi obra y proyectos personales. Ahí les contaré.
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