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15 de junio de 2007

POR LA RUTA DE LA ESCRITURA

(Aquí la profesora Josefina Mares, del Programa de Lectura, trabaja una estrategia de escritura con alumnos de quinto y sexto, en el Poblado Miguel Alemán, Hermosillo, Son.)



EN ESCUELAS PRIMARIAS TE VEAS

Ayer jueves mi compañera Chepys y yo visitamos una escuela primaria indígena llamada “19 de abril”, en el Poblado Miguel Alemán. Ahí tuvimos la fortuna de convivir y trabajar con todos los niños del plantel. Trabajamos diversas estrategias de lectura y escritura, dependiendo de la edad de los niños. Fue una experiencia muy interesante porque nos permitió interactuar con niños de una comunidad multilingüe y las estrategias funcionan igual que para el resto de los niños con quienes hemos convivido. En una breve charla que tuve con el director, caímos en la cuenta de que hay muchos maestros, la inmensa mayoría, no tienen desarrolladas las habilidades de escritura y de lectura, como que les es ajena esa experiencia. En lo personal yo produzco un texto a la menor provocación. Me gusta dejar constancia de cada uno de los pasos que voy dando en la vida. Algo que quede ya es ganancia. Ahora con esto de los blogs, pues me ha permitido ser más constante en la escritura y compartir mis escritos con la conciencia de la inmediatez del lector. Además me preocupa menos el qué dirán. Escribo lo más libremente que puedo y sobre lo que quiero. En un sentido amplio “me autorizo” a decir lo que me da la gana. Claro que esto no se dio de la noche a la mañana, es un proceso, largo, hasta llegar a escribir y publicar, sin pena alguna. Una experiencia grata fue la lectura del “Morgan”, el cuento con el que abre mi libro Detrás de la barda. Una de las cosas que he procurado en cada una de las lecturas- yo creo que van más de cien- en los diferentes escenarios es observar las reacciones del público. Casi en el cien por ciento el cuento tiene una buena aceptación y las reacciones son diversas. La semana pasada lo leí en la escuela primaria “Ricardo Flores Magón” de Hermosillo, una escuela de una colonia marginada. Ahí los alumnos reaccionaron muy bien, les gustó la historia. También en la escuela del Poblado. Ahí aproveché para motivar la escritura de cuentos sobre situaciones cotidianas. Fue una grata recepción del cuento. Y hubo algunas participaciones y un alto grado de comprensión del contenido de la historia. Un día muy bueno en el camino de la promoción de la lectura y la escritura.

2 comentarios:

mar adentro dijo...

Creo que se debe a nuestra cultura, que nos enseña a ocultar lo que pensamos y sentimos. En la escuela aprendemos a escribir, pero no a expresarnos, parafraseamos las ideas de otros pero no desarrollamos las nuestras, se nos enseña a redactar como un ejercicio académico, de alguna manera no dicha aprendemos que expresar los sentimientos nos pone en una posición comprometedora frente a los demás, se nos enseña el arte de ocultar, es decir, tenemos las herramientas pero no sabemos cómo utilizarlas. Los padres, los maestros, los directores se espantan cuando los niños expresan lo que sienten, lo que ven...y al ser cuestionados, al percibir esas reacciones, los niños aprenden que no decir es lo más conveniente, que ocultar y aprender a moverse en el mundo de lo no dicho es lo que deben aprender.
En la escuela los niños aprenden a no expresar, aprenden que las ideas de los demás son más válidas que las suyas.

ESTEBAN DOMINGUEZ (ATP EN COORDINACIÓN ACADÉMICA DE SECUNDARIA) dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, amiga. La escuela es represora del alumno. Y es tan importante darle importancia a lo que sentimos y pensamos. Creo que una tarea del escritor al estar frente a un público, es motivarlo a la escritura de textos personales.