
Después de la intensa jornada del Festival de la palabra en su edición no. 3, quedé muy agotado. El domingo durante la mañana realicé algunas compras y luego me encerré en mi casa. Dormí bastante. Este lunes amanecí muy adolorido de la columna. Pero igual retomé mi rutina con entusiasmo. Estos encuentros siempre traen algo bueno, es como reencontrarte con la gente de tu tribu. Fue una jornada bastante productiva, donde se conoce gente que trata temas de gran interés. Más adelante comentaré algunas de las participaciones. También saluda a amigos y se concertan presentaciones, talleres. Siempre alguien anda organizando eventos. Compre algunos libros que comentaré poco a poco.
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