A DIARIO 15 DE ENERO 2008

Estimados amigos el año entra a nuestras vidas con el gasolinazo y la escalada de precios, el pago de impuestos y el reemplacamiento. Los días están pasando vertiginosos. Dentro de poco habrá que empezar a pensar en el regalo para conmemorar una vez más el día del amor y la amitad. Qué hace que hice ese vertiginoso viaje a visitar a mi madre y mis hermanas en el D.F. También debo agregar que las pasadas fiestas decembrinas me dejaron varios kilitos de más. Pero ni modo, a lo mejor me pongo a dieta (dietacos). me imagino que los gimnasios han de estar abarrotados, lo mismo que los dietistas. Supongo que en el balance del año pasado y del presente saltan bellos recuerdos. El año para mi entró con grandes vuelcos del corazón, como no había tenido hace un montonal de años, que bárbaro. Y eso que les dije a unos alumnos, en las últimas pláticas que he dado en diversas escuelas, que a los adultos casi ya no nos pasan cosas interesantes, creo que voy a volver para decirles que falté a la verdad: en cada vida pasan cosas interesantes en cualquier momento. Bueno, grandes cosas se avecinan. Aquí como me ven, soy un gran entusiasta, creo que cada vez deben de pasarnos grandes cosas. Ahora que me llegó la nueva edición de Detrás de la barda, por ejemplo, me he sentido muy motivado, el hecho de que tu libro se vaya al mundo a rodar, me imagino que ha de ser como los padres que ven partir a sus hijos cuando ya están grandes y dicen que quieren volar del nido. Lo ves partir y le deseas mucha suerte. Mi libro cada vez ha ido avanzando en la conquista de lectores. Me es grato saber que por ahí andan esas historias que se llevan parte de mi vida y experiencias, parte de mi ser. Bueno, ahí, nos vemos en la próxima.