BIENVENIDOS A LA ISLA DEL CUENTO

El lugar donde la realidad y la fantasía no conocen fronteras. Anímate a escribir un comentario y si tienes un cuento compártelo.

10 de febrero de 2008

EL CUENTO SEMANAL 6


CUENTO SOBRE UNOS ALACRANES
ESTEBAN DOMÍNGUEZ


Chále, a veces me gustaría ser un alacrán, así no tendría que tragarme tanto rollo de la rucaila, mi mamá, que dizque tengo que ser alguien en la vida y tener una carrera. Si la única carrera que yo quiero tener es la de correrle a la chota cuando persigue a la clica, que no lo agarre a uno en plena dormilona.
Aquí en mi barrio somos puras fieras molachas, hace un rayo vinieron unos morros, que muy fieritas, acá, túmbense con los tramos y que les sacamos los fierros y neta que se les cayeron al suelo, les bajamos la lana.
En la escuela ya me dieron los papeles.
¾Aquí ya no tiene nada que hacer-, me dijo el direc, que por indisciplinado, ¿tú crees? Si nada más les bajaba la lana a los morritos y me la cotorreaba a cada rato, ninguna clase me gustaba y eso que había rucos que la hacían gacha, se les miraba que están bien preparados y le ponían machin al jale, pero ni así, a mi sólo me gustaba andar dando la vuelta, hasta que se enfadaron que nomás entrara a hacerles barullo en la clase y fue entonces que me botaron. Chále, no aguantan nada.
Pero lo que les quiero decir antes de que me bote de aquí es lo que pasó con los alacranes, ya saben, esos morros nuevos que llegaron a la escuela. Primero se estaban calladitos, nadie les decía nada, ni los pelaban, pero luego que se metieron unos morros del barrio a querer patear a los morros del k, porque les habían buscado bronca en el parque y aquí estaban en la escuela. Nadie se quería meter a defenderlos hasta que sólo vimos cómo uno de los hermanitos nuevos, que nadie creería capaz de nada, se les vino encima y en un dos por tres ya tenía a dos morros tumbados con sólo dos patadas y luego el otro, nada más brincó y tumbó al más gandalla y los otros ya andaban buscando la salida porque la vieron de perder. Pues eran unos meros alacranes, estos hermanos, que así se les quedó. Y obviamente me hice amigo de ellos, pero ellos se quedan porque además son buenos para la escuela, yo no, mejor me voy a ir al jale con mi jefe, ahí luego le sigo al estudio en la abierta, a ver, sale, ahí se ven.

No hay comentarios.: