
EL NIÑO DE AYER
Esteban Domínguez
Adiós, infancia,
Ojalá que te recuerde en mi vejez
(Pablo Milanés)
1
Vació sus bolsillos hasta casi sangrarlos: nada, en esa banca del parque un día soleado, llevaba consigo, nada; ni siquiera migas de pan, tan necesarias a las palomas; por eso mejor me dice que empiece otro cuento, que no me meta en sus cosas.
2
Escuchó la voz del niño, desde la rama de un árbol. Tenía la mirada alegre de todos los niños que trepan a los árboles por el placer de sentirse grandes. “Cuidado con el golpe” dijo y en ese momento le caía encima como le cayeron los años convirtiéndolo en un anciano.
3
“No me olvides nunca”, le dije a ese niño que era en mi calle de polvorienta memoria, por eso de vez en vez viene a platicar conmigo “cosas de poca importancia…”
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