Este diario por llamarlo de algún modo, entra a veces en profundo silencios y no es porque no haya cosas que contar. Cada día trae sus propios afanes dijo alguien y cada día nos deja un cúmulo de experiencias. Más en mi caso que cada día trabajo con cerca de 300 adolescentes y como 90 compañeros de trabajo. De prono te topas con uno y en breve tiempo nos decimos cosas importantes o no decimos nada pero sabemos que estamos en el mismo barco. Lo que pasa es que tanto fluido vital a veces es imposible atraparlo y se va acumulando. Yo sé que es bueno descargarlo de vez en cuando para dejar constancia de cosas importantes. Anoche para no ir más lejos, uno de mis alumnos se me acercó para que lo escuchara en un problema que tiene. Se me hizo raro, pero ahi estaba. Resulta que un chamaco del turno matutino le mandó amenazas de que lo iba a golpear. Le dije que no se preocupara que ese día yo lo iba a llevar a su casa y que le íbamos a buscar solución a su problema. En el camino me dijo que se acercó a mí porque me tenía confianza. Es bueno inspirar confianza en alguien, me gustó. Además me dio la oportunidad de prestarle auxilio, espero que hoy se resolvera el problema cuando llamen a cuenta al joven agresor. Desde hace tiempo me he dado cuenta de que dedico mucho tiempo a internet. El sábado pasado platiqué brevemente con José Terán, un buen escritor sonorense, acerca de este asunto y me di cuenta de que es mucho tiempo en la red. No está mal, porque me informo, me conecto con muchos amigos y amigas, comparto experiencias, doy o me dan cariño y compañía, escribo notas, recibo y contesto correos, chateo rico con mi amiga del alma, con amigos de siempre. Sin embargo, he reducido el tiempo de la lectura de libros me refiero, y mi propia escritura está más lenta y esporádica. Me imagino que en su momento se van a ajustar las cosas, por lo pronto estoy aplicándome a la lectura, sobre todo ahora que iniciamos en mi escuela un circulo de lectura con los compañeros, la lectura acompañada es estupenda pues así pienso volver a mis lecturas sobre todo en torno a los cuentos, que también ya he retomado mi vieja rutina de leer un cuento diario de distinto autor. Un comentario breve de la imagen que estoy subiendo: Es la estatua de Jesús García Corona el Héroe de Nacozari, se encuentra en el Parque Madero de Hermosillo, Sonora. La tomé en un día que me escapé ahí para estar solo y esperar una llamada importante de esos días de diciembre. Recuerdo que estuve meditando sobre los héroes y hasta me eché un diálogo con esta estatua. Luego les platico sobre lo que hablamos y las cosas que me dijo, porque las estatuas hablan si uno sabe cómo entablar la plática. ( No se rían no fume de esa hierbita que ni come el ganado, jajajaja, ni estoy loco, aunque por si las moscas ya reservé un cuarto en la Cruz del Norte, donde daré las entrevistas jajaja)
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