8 De enero de 2007
Dilo bonito. Esa fue la frase que me pasó por la cabeza hoy por la tarde. Y claro que es lo que debo hacer, decirlo bonito. La idea se refería a este diario. Y claro que hay que decirlo así porque escribir lo que le pasa a uno no es tan edificante, es prosaico. Pero aquí me tienen de todas formas sin poder decirlo bonito. Haré el intento, pero no prometo nada, no se hagan ilusiones. Bueno les diré lo que hice anoche...antes de dormirme...Bueno me puse a navegar en la red. Recordé que Oscar Oliva, en un prólogo a un libro de minificciones dijo que el cuento corto o minificción, sus mejores manifestaciones están en los epitafios. Así que me puse a buscar algunos y, vaya sorpresa con la que me topé, claro que algunos son verdaderos cuentos. Aquí les pongo algunos ejemplos, a reserva de que hagamos algún ejercicio de escritura posteriormente:
"Ya decía yo que ese médico no valía mucho."
Epitafio de: Miguel Mihura, escritor de comedias.
Autor: Él mismo.
En una tumba del cementerio de Salamanca: "Con amor de todos tus hijos, menos Ricardo que no dio nada".
-En una tumba del cementerio de Guadalajara: "A mi marido, fallecido después de un año de matrimonio. Su esposa, con profundo agradecimiento".
-"Necesité toda una vida para llegar hasta aquí".
"Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios." de Lord Byron para su perro “Botswain"
Aquí sigue descansando el que nunca trabajó.
P.Melich
2 comentarios:
Están buenísimos los epitafios. Je.
Respecto a escribir bonito. Primero escribir, luego vemos, jejeje.
saludos.
Geniales!!
Todo un despliegue de ingenio instantaneo.
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