
Según Anna Seea i Vidal, quien desee escribir para una audiencia infantil o juvenil, debe visualizar esa audiencia.: Mientras escribas, intenta visualizar a tu audiencia. La literatura infantil va dirigida niños y niñas desde los 6 años (si ya tienen suficiente soltura lectora) hasta los 12. En general, tiene una trama básica y la sigue sin adentrarse en otros vericuetos. La literatura juvenil que suelen leer chicos y chicas a partir de 13 años, será más compleja y los personajes se cuestionarán aquello que preocupa también a sus lectores. Pero hay algunas obras que traspasan los límites entre una y otra. Mientras que en la literatura juvenil se extrema la sofisticación en cuanto a argumentos y personajes, en literatura infantil, los personajes se parecen mucho a sus lectores aunque enfatizando alguna de sus cualidades, como ser más valientes, correr riesgos más grandes o vivir situaciones extremas. Los lectores de literatura juvenil, en cambio, buscan la verosimilitud. Pueden entender puntos de vista que no sean el propio siempre que estén bien argumentados. Por lo general, suelen gustar de literatura realista que refleje el mundo real, sea éste bueno o malo.
Tomar en cuenta estos grandes detalles sobre los fututos lectores, plantea un éxito para ese encuentro entre autor-libro-lector.
La conclusión a que nos lleva la autora de este interesante artículo es que para escribir literatura infantil debemos tener muy claro el argumento y seguir la línea argumental sin irnos por las ramas. Debemos usar protagonistas cercanos a nuestros lectores, con vivencias similares. Y los conflictos deben ser cercanos. Los niños, al finalizar la obra, continuarán siendo niños. Por el contrario, la literatura juvenil suele hablar de crecimiento. Sus protagonistas no tienen por qué ser cercanos al lector, sino más bien verosímiles. Y los conflictos suelen ser más grandes incluso pueden no formar parte del círculo habitual de vivencias de un adolescente típico.
Supuestos:
1. predominio de líneas narrativas únicas, fuertemente tramadas.
2. presentación de personajes que evaden la complejidad.
3. descarte de todo lo que se considera accesorio a los núcleos narrativos¾
4. Exigente y esquivo lector
5. Apelaciones incesantes: mantienen estado de alerta al lector.
. tendencia a la repetición:
. de construcciones sintácticas, personajes, espacios, conflictos, géneros.
INNOVACIONES:
1. humor irreverente
2. derribar los límites entre ficción y realidad.
3. libro¾álbum
4. mezcla de géneros literarios.
Según Sandoval, es un asunto serio, que requiere del mismo cuidado y atención que los libros para adultos: "Hay que escribir con gran sencillez, ¡no con simplicidad! Tiene que ser un lenguaje muy cuidado y claro, sin ser obvio, y con frases cortas y concisas. La estructura tiene que ser completa, pero no compleja, y muy dinámica, sobre todo si queremos que los niños se entusiasmen con la lectura".
Tomar en cuenta estos grandes detalles sobre los fututos lectores, plantea un éxito para ese encuentro entre autor-libro-lector.
La conclusión a que nos lleva la autora de este interesante artículo es que para escribir literatura infantil debemos tener muy claro el argumento y seguir la línea argumental sin irnos por las ramas. Debemos usar protagonistas cercanos a nuestros lectores, con vivencias similares. Y los conflictos deben ser cercanos. Los niños, al finalizar la obra, continuarán siendo niños. Por el contrario, la literatura juvenil suele hablar de crecimiento. Sus protagonistas no tienen por qué ser cercanos al lector, sino más bien verosímiles. Y los conflictos suelen ser más grandes incluso pueden no formar parte del círculo habitual de vivencias de un adolescente típico.
Supuestos:
1. predominio de líneas narrativas únicas, fuertemente tramadas.
2. presentación de personajes que evaden la complejidad.
3. descarte de todo lo que se considera accesorio a los núcleos narrativos¾
4. Exigente y esquivo lector
5. Apelaciones incesantes: mantienen estado de alerta al lector.
. tendencia a la repetición:
. de construcciones sintácticas, personajes, espacios, conflictos, géneros.
INNOVACIONES:
1. humor irreverente
2. derribar los límites entre ficción y realidad.
3. libro¾álbum
4. mezcla de géneros literarios.
Según Sandoval, es un asunto serio, que requiere del mismo cuidado y atención que los libros para adultos: "Hay que escribir con gran sencillez, ¡no con simplicidad! Tiene que ser un lenguaje muy cuidado y claro, sin ser obvio, y con frases cortas y concisas. La estructura tiene que ser completa, pero no compleja, y muy dinámica, sobre todo si queremos que los niños se entusiasmen con la lectura".
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